Los champiñones son una verdura deliciosa y sana que puede utilizarse en muchos platos diferentes. Pueden utilizarse crudas en ensaladas o sándwiches o servirse como guarnición de platos de carne o verduras. También son un buen ingrediente para sopas, guisos o salsas. Las setas también están deliciosas fritas, a la plancha o rellenas al horno.
Muchas setas se desperdician debido a la sobreproducción o a las existencias no vendidas, y las setas son también un alimento que se compra a menudo pero que, por desgracia, también se tira a menudo en casa.
¿Qué puede hacer para reducir el desperdicio de alimentos procedentes de las setas?
- Compre de forma más consciente.
Al hacer la compra, hay que prestar atención a la cantidad y comprar sólo los champiñones que realmente se necesitan. Las sobras también se pueden congelar para utilizarlas más tarde. Si ha comprado demasiadas setas, también puede transformarlas, por ejemplo, en sopas, guisos o salsas.
- Aproveche los tallos sobrantes de las setas.
Los tallos de las setas suelen tirarse, aunque también son comestibles y ricos en nutrientes. Puedes trocearlos y utilizarlos como ingrediente en sopas o guisos.
- Comprar los llamados "excedentes" de setas.
Estas setas suelen tener formas o tamaños inusuales, por lo que no son aptas para su venta en supermercados. Sin embargo, a menudo pueden comprarse a un precio favorable directamente al agricultor o en los mercados semanales.
¿Cuál es la mejor manera de conservar las setas en casa y cómo se pueden procesar?
Las setas se conservan mejor en el frigorífico para preservar su frescura y calidad. Deben guardarse en envases cerrados, por ejemplo, en una bolsa de papel o de plástico. Así se reduce la humedad y, por tanto, la formación de moho. Sin embargo, las setas no deben guardarse en envases herméticos, ya que pueden estropearse rápidamente. La temperatura óptima de conservación de las setas oscila entre 2 y 4 grados centígrados.