Desde hace varios años, la Oficina de Registro de Extranjeros se enfrenta a diversos retos. Por ejemplo, el número de personas que requieren asistencia de la Oficina de Registro de Extranjeros ha aumentado continuamente. Mientras que durante la migración de refugiados en 2016 se registraron alrededor de 16.000 personas con permisos de residencia temporal de países no pertenecientes a la UE, esta cifra aumentará a casi 33.000 personas en 2024. A pesar del avance de la digitalización, los procesos no se han acortado al mismo tiempo debido a los requisitos legales. Además, las normativas de inmigración son, en general, más complejas con cada actualización de la legislación. Todo ello ha provocado una sobrecarga crónica en la Oficina de Inmigración.

Por ello, la administración municipal elaborará y aplicará un concepto global para que la autoridad de extranjería se organice de forma permanente de modo que se puedan afrontar los retos con los claros objetivos de orientación al cliente y retención de los empleados. Un proceso de transformación con el apoyo de expertos externos determinará cómo pueden alcanzarse estos objetivos. Para garantizar que la situación descrita no se deteriore aún más, entre las medidas inmediatas se incluye la publicación permanente de vacantes con fechas fijas y periódicas para entrevistas de trabajo a intervalos cortos con el fin de cubrir las vacantes con mayor rapidez. Debería profesionalizarse la iniciación y la cualificación posterior de los nuevos empleados y crearse un nuevo "Equipo de Formación y Estudios" como punto central de contacto para los estudiantes internacionales y los futuros especialistas.