Los trabajadores sociales escolares ayudan a los jóvenes a enfrentarse a la vida. Trabajan con niños, jóvenes, padres, profesores, personal educativo y administradores escolares. Asesoran, informan e inician proyectos de prevención en centros escolares individuales y entre centros escolares. Colaboran con departamentos municipales y diversas instituciones.
Alemán, matemáticas, lenguas extranjeras: las escuelas deben impartir conocimientos. Pero al menos igual de importantes son las competencias que a menudo se denominan "blandas": cooperación respetuosa, capacidad para afrontar conflictos, habilidades sociales. Las exigencias a las escuelas son elevadas. A ello se añaden las necesidades individuales y las situaciones personales de los alumnos. Un sistema escolar cuyo principal objetivo es enseñar materias y competencias profesionales y evaluar el rendimiento puede llegar a sus límites a pesar de todo el empeño. Aquí es donde entra en juego el programa de trabajo social escolar de la ciudad de Bonn para prestar apoyo.
Reforzar la confianza en uno mismo y descubrir habilidades
Los especialistas están ahí para los niños y jóvenes, piensan en sus necesidades y les apoyan para que aprendan a enfrentarse a la vida. Además de los retos que afrontan en la escuela, los jóvenes también tienen que lidiar con otros problemas para los que pueden necesitar ayuda. Ya se trate de tensiones en el aula, dificultades de aprendizaje, acoso escolar, problemas relacionados con experiencias de huida y guerra, cargas familiares o dificultades económicas. Los trabajadores sociales escolares ayudan a los niños y jóvenes a reforzar la confianza en sí mismos y a descubrir sus capacidades. Para ello, el trabajo social escolar utiliza una amplia variedad de métodos, como el asesoramiento, el apoyo y la derivación de alumnos, padres y profesores, la prevención y la intervención mediante el trabajo en grupo y proyectos o actividades de vacaciones.
Además de prestar apoyo individual a niños y jóvenes, los trabajadores sociales escolares también ayudan a la comunidad de la clase de forma muy concreta. La promoción de la democracia es un área importante de su trabajo. Por ejemplo, el personal asesora y apoya la creación de un consejo de clase y muestra a los niños y jóvenes cómo pueden defender sus intereses. También hay proyectos sobre temas como el extremismo político o religioso, el ciberacoso y, más recientemente, el peso de la ansiedad en los jóvenes.
El campo de actividad del personal del trabajo social escolar es diverso y su enfoque cambia constantemente. Por ejemplo, el ciberacoso no era tan controvertido hace más de diez años como lo es hoy. Esto ha cambiado con el acceso a los teléfonos inteligentes y las redes sociales. Los trabajadores también están observando que las consecuencias de la pandemia de coronavirus están teniendo un impacto masivo en niños y jóvenes. Y la guerra de Ucrania tampoco ha dejado indiferentes a los alumnos. Aquí, el trabajo social escolar intenta prestar servicios estabilizadores.
Trabajo orientado al espacio social
El trabajo social escolar en Bonn está orientado fundamentalmente al espacio social. Esto significa que los trabajadores sociales escolares actúan de la forma más holística posible e implican a otros socios además de los niños y jóvenes, sus familias y la escuela, como organizaciones independientes o servicios de asistencia a la juventud, para poder utilizar el mayor número posible de recursos. Por este motivo, el trabajo social escolar también está representado en grupos de trabajo y redes locales.