
La mayoría de las ayudas para nidos de insectos se diseñaron para abejas silvestres y avispas solitarias.
A diferencia de las abejas melíferas, estas especies no forman colonias y cuidan de sus nidos por su cuenta (solitarias). Se utilizaron diversos materiales, como madera, arcilla, hormigón celular, bambú y caña, ya que las especies prefieren materiales diferentes.
Los diferentes tamaños de los agujeros ofrecen oportunidades adecuadas de anidar a abejas silvestres y avispas solitarias de diferentes tamaños.
Las abejas silvestres son especialmente importantes para la polinización de las flores tempranas, ya que eclosionan a temperaturas de hasta 15 °C y, por tanto, pueden empezar a polinizar a principios de primavera. Junto con los abejorros y las abejas, son los primeros insectos que pueden observarse realizando esta importante labor.
Otros insectos, como las cochinillas, los milpiés y los chupadores de savia, también encuentran su hogar en las numerosas grietas y hendiduras del muro de insectos. Las arañas se sienten como en casa en los escondites secos, como la caja con hendiduras de arriba a la derecha, y en invierno otras especies, como la útil crisopa, las mariquitas o las tijeretas, también utilizan la caja para hibernar. Junto a este muro se ha creado un pequeño estanque con tierra margosa para que las abejas y avispas dispongan de arcilla para cerrar sus cámaras de cría.