A continuación, los ataques de tos aumentan considerablemente y suelen provocar vómitos. La enfermedad dura unos tres meses y las complicaciones graves, incluida la muerte, se dan sobre todo en lactantes. Por eso es importante proteger a los niños vacunándolos lo antes posible.

El tiempo que transcurre entre la infección por el agente patógeno y la aparición de la enfermedad es de siete a 14 (o 20) días en el caso de la tos ferina. La infección es posible durante tres semanas desde el inicio de la tos. Los antibióticos reducen este periodo a cuatro días.

Si hayun bebé no vacunado -u otra persona de riesgo- en su familia, informe al pediatra aunque el hermano que vaya a la guardería o al colegio esté vacunado, ya que incluso los niños vacunados pueden transmitir la bacteria e infectar a otros. En estos casos, se administrará un antibiótico como medida de precaución.

Laspersonas de contacto que hayan sido vacunadas en los últimos cinco años pueden seguir asistiendo a los centros comunitarios. Los niños que hayan enfermado sólo podrán volver al centro comunitario como muy pronto cinco días después de iniciar el tratamiento antibiótico. Sin tratamiento antibiótico, la readmisión sólo es posible tres semanas después de la aparición de los primeros síntomas. No es obligatorio presentar un certificado médico si los padres certifican la terapia antibiótica.