El requisito básico para el desarrollo de un arbolado vital que pueda hacer frente al cambio climático es la plantación profesional de árboles. La plantación en sí la realizan empresas externas. También cuidan del árbol joven durante dos años y lo riegan durante otros dos. Después, el árbol pasa a ser responsabilidad de la ciudad. Los alcorques de las calles deben renovarse a fondo antes de plantar nuevos árboles. La mayoría de los alcorques existentes son demasiado pequeños para los estándares de plantación actuales. El personal de la Oficina de Medio Ambiente y Zonas Verdes está estudiando la posibilidad de ampliarlos. En determinadas circunstancias, esto podría suponer una reducción de las plazas de aparcamiento. En este caso, habrá que sopesar diversas exigencias de utilización del espacio urbano y de la calle.
Si se dispone de un disco de árbol adecuado, primero se excava el hoyo de plantación. Debe tener un tamaño mínimo de doce metros cúbicos: 1,5 metros de profundidad, dos metros de anchura y cuatro metros de longitud. Estos son los requisitos mínimos para que los árboles tengan la oportunidad de desarrollarse bien. Unas fosas de plantación más grandes serían aún mejores, pero rara vez se dispone de este espacio, sobre todo en los barrios antiguos y estrechos. Se optimiza en la medida de lo posible. Los hoyos de plantación se rellenan con un sustrato especial para árboles, que proporciona al árbol joven unas condiciones iniciales óptimas. Se instalan protectores radiculares para proteger de daños tanto las raíces del árbol como las tuberías del suelo.
El árbol joven se entierra
Se plantan árboles de gran calidad. Los empleados de la Oficina de Medio Ambiente y Verde Urbano se guían por los criterios de calidad de la Asociación de Investigación para el Desarrollo del Paisaje y el Ajardinamiento (FLL e.V.). Los árboles ya tienen una circunferencia de tronco de 20 a 25 centímetros y una edad mínima de diez años en el momento de plantarlos en la ciudad. Los nuevos árboles ya tienen una altura señorial de unos cinco metros y un diámetro de copa de unos dos metros. En las calles, es especialmente importante que los árboles tengan una copa recta y una base alta. Así no interferirán en el uso de carreteras, carriles bici y aceras en el futuro.
Una vez que el árbol está en el suelo, hay que dar algunos pasos más:
Anclaje: Como el árbol aún no tiene la estabilidad necesaria poco después de la plantación, se estabiliza con un trípode. Esto también favorece el crecimiento recto del joven árbol.
Revestimiento del tronco: Se aplica un revestimiento protector blanco al tronco. Es transpirable y no afecta al grosor del tronco. El recubrimiento especial del tronco protege la corteza del árbol joven de los daños causados por el calor. Especialmente en zonas muy selladas, la radiación térmica procedente del asfalto y las losas de pavimentación puede causar un enorme estrés térmico.
El anillo deriego: Con la plantación se instala un anillo de riego. Puede contener unos 100 litros de agua. Así se garantiza que el árbol reciba suficiente agua y que ésta fluya directamente al cepellón del joven árbol.
Sotobosque: Por último, se planta el arriate con diversas plantas tapizantes o mezclas de plantas perennes que no dañen a los insectos. Esto aumenta la diversidad ecológica y embellece el alcorque.
Protección del alcorque: Para proteger el alcorque, sobre todo en las zonas de aparcamiento, se utilizan bolardos, rocas o protectores de árboles. Así se evita que el tronco se dañe y el alcorque se compacte por aparcamientos descuidados.
Los cuidados posteriores garantizan el crecimiento
Gracias a la minuciosa preparación de los alcorques y a la plantación profesional, hay muchas posibilidades de que el árbol, los arbustos y las plantas perennes crezcan con éxito. Para mantener las plantas, la empresa especializada encargada se encarga del mantenimiento del alcorque durante los dos primeros años y del riego del árbol durante un total de cuatro años. En algunos casos, es necesario un abonado adicional. Por último, hay que tener en cuenta el espacio requerido por los usuarios de la carretera. Transcurridos cuatro años, la responsabilidad del árbol se transfiere a la ciudad.