Dos especies de rata se han convertido en autóctonas de nuestra región:
- La rata noruega (Rattus norvegicus)
- La rata doméstica (Rattus rattus)
La rata noruega tiene pelaje gris pardo en la parte superior y blanco grisáceo en el vientre. Alcanzan una longitud corporal de 20 a 27 centímetros sin la cola y se distinguen más fácilmente de la rata doméstica por la longitud de la cola. Si es más corta que el cuerpo, se trata de una rata noruega. Su hábitat está muy extendido y pueden encontrarse en el suelo, donde construyen madrigueras muy ramificadas. En los sótanos, donde pueden acercarse mucho a los humanos, y en las alcantarillas, tienen oportunidades ideales para dispersarse.
Las ratas domésticas, en cambio, suelen tener un pelaje más oscuro y son bastante más pequeñas, con una longitud corporal de 15 a 24 centímetros. Además, las ratas domésticas viven en edificios residenciales y salones donde encuentran calor suficiente.