La fiebre suele estar causada por agentes patógenos infecciosos. Sólo por este motivo, ¡tu hijo no debe ir al centro! Un niño enfermo necesita mucho reposo, líquidos y atención.
Quejas
Temperatura corporal superior a 38°C, (38-39°C = fiebre moderada, más de 39°C = fiebre alta) la persona afectada tiene sensación de enfermedad. Por ello, es mejor que los enfermos permanezcan en cama y no bajen la fiebre (por ejemplo, con supositorios de paracetamol), siempre que no supere los 39°C y no se produzcan convulsiones febriles.
En cualquier caso, informe al pediatra o al médico de urgencias si su hijo presenta los siguientes signos de enfermedad: Fiebre alta superior a 40°C, si las medidas antifebriles como supositorios y compresas para las pantorrillas no surten efecto, erupción cutánea, dificultad para respirar, dolor de cabeza intenso y alteración de la consciencia. Podría tratarse de una infección grave que requiere tratamiento inmediato.
Si acudes al pediatra, llama a la consulta con antelación para que no se contagien otros niños de la sala de espera.
Las educadoras de la guardería no están autorizadas a atender a niños enfermos.
Tras superar la infección, el niño convaleciente necesita al menos un día más para recuperarse. Esto es igual para niños y adultos.
Incubación e infección
El periodo de incubación, es decir, el tiempo que transcurre entre la infección por el agente patógeno y la aparición de la enfermedad, varía en función de la causa de la fiebre. Lo mismo ocurre con una posible infección.
Personas de contacto y reautorización
Los hermanos que no presenten síntomas pueden seguir asistiendo a la guardería o al colegio. Un niño enfermo puede volver a la escuela o a la guardería un día después de no tener fiebre ni síntomas. No es necesario presentar un justificante médico.