La auditoría municipal es una de las tareas del ayuntamiento de un municipio.
En principio, es responsabilidad del Comité de Auditoría, que encarga a la Oficina de Auditoría (RPA) el control democrático de la administración municipal.
Los auditores de la RPA son nombrados por el consejo y sólo pueden ser destituidos por éste. Por ley, la RPA está directamente subordinada al Consejo y es responsable ante él, por lo que puede actuar con gran independencia dentro de la administración.

El RPA tiene esencialmente las siguientes tareas, que se derivan, entre otras cosas, del reglamento de auditoría:

• Auditoría de los estados financieros anuales y consolidados
• Auditoría continua de las transacciones en efectivo
• Auditoría de la legalidad y eficiencia de las actividades administrativas
• Prevención de la corrupción
• Asesoramiento a la administración sobre cuestiones organizativas, técnicas, jurídicas y de eficiencia, así como sobre cuestiones de principio y casos individuales difíciles.
• Auditoría de software para la automatización de la contabilidad financiera del municipio y sus activos especiales
• Auditoría de empresas municipales
• Auditoría del patrimonio especial
• Auditoría de obras y facturación
• Auditoría de entregas, servicios y prestaciones