El objetivo: limitar el aumento global de la temperatura, apoyar a los países emergentes y en desarrollo en la protección del clima y asegurar a 500 millones de pobres contra los riesgos climáticos de aquí a 2025.

Después de todo, millones de personas ya están sufriendo la crisis climática debido a sequías, tormentas, inundaciones y pérdidas de cosechas, y sus medios de vida están en peligro. El cambio climático no es sólo una amenaza ecológica, sino también social.

Las causas y consecuencias del cambio climático están distribuidas de forma muy desigual: Los más pobres suelen ser los más afectados por el cambio climático y los que menos pueden ayudarse a sí mismos. Los ricos son los que más han contribuido al calentamiento global a lo largo de las décadas debido a su estilo de vida y se ven menos afectados allí donde viven. Al mismo tiempo, a los afectados les resulta más fácil protegerse y pagar los daños.

El lema de la Semana Justa es, por tanto: ¡justicia climática!

Justicia climática significa que todas las personas -independientemente de dónde vivan o de su condición social- tienen derecho a vivir protegidas del cambio climático en un mundo justo y sostenible.